Deditos raritos quieren hablar
porque la boca no puede
y el corazón no lo hace;
se estiran y estiran con la verdad incómoda.
Deditos raritos sienten la rabia y la pena y la aprietan.
Apagan la tele
y vuelta a empezar.

Deditos raritos quieren hablar
porque la boca no puede
y el corazón no lo hace;
se estiran y estiran con la verdad incómoda.
Deditos raritos sienten la rabia y la pena y la aprietan.
Apagan la tele
y vuelta a empezar.