Te esperé pese al olor a soledad que desprendía la noche.
Marcada por la nube
estafada por el tiempo
volando en el coche
durmiendo
Tu dolor hizo imposible toda clase de reproches.
y ahora no me dejas
¡qué bien!
Que te espero, que te quiero, que me comería el puto mundo entero.
y ahora no me dejas.
Me dejas.
Anuncios