Porque no pensamos,
seguimos el rastro pero no pensamos
camino sobre esas hierbas oscuras, aplastadas
esa recta que se ha hecho ruta.
No tocamos las hojas
no acariciamos los brotes
no buscamos respuestas
no plantamos las semillas
porque nunca muere
Cultivamos la mala hierba, sí,
cada día.
Es lo nuestro dejar florecer ese pasadizo
aunque no sea
aunque sea
no preguntaremos por qué.
Nos taparemos los oídos con las naranjas caídas al suelo
porque es nuestro y ahora lo son ellas.
Es mío, es mío, es mío
este suelo que piso es mío.
Hasta dónde llega tu poder,
cuántos kilómetros abarca.
Cuántas vidas caen en tu suelo
cuántas abonan tus naranjos
Por qué no las pensamos.