Por más que ensaye la ceguera
a mi no me funciona, José.
Eché a suertes ser de unos
aunque prefería a los otros.
Y al final no entiendo por qué veo, si nadie me enseñó a ver
por qué veo, aún cuando no puedo entender.
Cuando la luz se apaga, cuando los sueños me “abafan”.
Fiera de mí.
«Creo que no nos quedamos ciegos, creo que estamos ciegos, ciegos que ven, ciegos que, viendo, no ven.» J. Saramago